El fuego estalla, por allá lejos,
sombras negras se divisan, tras el negro humo
es el odio engendrado desde las mismas viseras
que se encargo de crearlos y tratar de eliminarlos.
Se mueven al son de la venganza,
al son de la Libertad
y al son de las curvas de las llamaradas,
sus figuras se desdoblan, conformándose así
todos uno, nuevamente tras el aun más negro humo.
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